Cuando llega el momento de decir adiós, todos los dueños de perros esperan que sus mascotas mueran en paz después de una vida larga y feliz. La triste realidad, sin embargo, es que los perros mayores y los perros con enfermedades o lesiones suelen depender de sus dueños para saber cuándo es el momento de cruzar el Puente del Arco Iris.
Elegir poner fin a una vida, una vida que ha apreciado como miembro de la familia, es una decisión increíblemente difícil, pero evitar el sufrimiento es su mayor preocupación.
Nadie quiere que su mejor amigo sufra, y los veterinarios les dicen a los dueños de perros cómo saber cuándo la enfermedad o la vejez se han vuelto demasiado difíciles de soportar para una mascota. No hay una respuesta clara a la hora de decir adiós, pero hay señales que hay que buscar para ayudar a tomar esta importante decisión.
Tener uno o dos de los siguientes síntomas no significa necesariamente que sea el momento de cuidar a tu perro, pero notar varios de estos signos indica que podría ser el momento de hablar con tu veterinario sobre un plan pacífico para el final de su vida.
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1. Pérdida de apetito
Para la mayoría de los perros, comer es su actividad favorita. Cenan ansiosamente y aceptan cada regalo que se les ofrece y se les deja desatendidos. Cuando un perro de repente o gradualmente pierde interés en la hora de comer, es una señal de que algo anda mal. Cuando los órganos se cierran, el perro pierde la sensación de hambre y sed. De repente, comer es más esfuerzo de lo que vale, e incluso el bistec más jugoso no puede tentarlos a masticar. La salud seguirá empeorando sin una dieta saludable. El ayuno temporal puede ser causado por algo tan leve como un dolor de estómago, pero si las comidas no se tocan durante varios días seguidos, es hora de hablar con un veterinario.
2. Pérdida de peso extrema
La pérdida de peso gradual no es fácil de detectar. La mayoría de los perros se suben a una báscula una vez al año durante su visita anual al veterinario. Si su dueño no los recoge regularmente, la pérdida de peso gradual puede pasar fácilmente desapercibida. No sucede de repente, pero un día el dueño de un perro puede notar que su perro se ve particularmente delgado. Esto podría estar relacionado con la falta de apetito o la incapacidad de su cuerpo para procesar los nutrientes.
3. Dolor crónico
Un perro no puede decirte cuándo no se siente bien, lo que hace que sea especialmente difícil reconocer los signos del dolor crónico. La clave es prestar mucha atención al lenguaje corporal, los movimientos y los comportamientos del perro. A veces, el dolor se puede controlar con medicamentos o fisioterapia regular, y otras no. Las estrategias de manejo del dolor que funcionaron en el pasado pueden dejar de ser efectivas. Si su perro no parece recuperarse después de tomar la medicación, o si su rutina regular de fisioterapia ya no parece útil, su dolor está afectando negativamente, y muy probablemente de forma permanente, su calidad de vida.
4. Pérdida de interés
El Dr. Andy Roark, veterinario y colaborador de VetStreet, sugiere que los dueños de perros midan la calidad de vida haciendo una lista de las cinco actividades favoritas de sus mascotas. La lista podría incluir jugar a buscar, comer o saludar a su dueño cada vez que cruzan la puerta. Es importante hacer una lista basada en lo que le gustaba hacer a su perro cuando sabía que estaba sano y feliz. Dr. Roark dice,
“Cuando él o ella ya no puede hacer tres o más [the items on the list]la calidad de vida se vio afectada a tal punto que muchos veterinarios recomendarían la eutanasia.
5. Cambios de humor
Junto con la pérdida de interés, los perros enfermos también pueden mostrar signos de cambios de humor. Los perros afectuosos conocidos por ser buenos con los niños pueden volverse sospechosos de los mismos comportamientos que alguna vez toleraron. El dolor y una mala calidad de vida en general pueden volverlos enojados e incluso agresivos. Pueden comenzar a reaccionar ante situaciones de formas inesperadas y comenzar a comportarse de manera diferente con los miembros de la familia. También pueden mostrar signos de depresión, como dormir con más frecuencia y permanecer inactivos en general.
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Muchos perros que envejecen pueden sentir que se acerca su momento y optar por retirarse de la familia. Algunos especialistas en comportamiento canino creen que los perros se aíslan instintivamente en el momento de la muerte para no ralentizar a la manada o causar un trauma innecesario a sus seres queridos. No todos apoyan esta teoría, pero el aislamiento social a menudo ocurre al final de la vida de un perro. Buscan el aislamiento para evitar el contacto, a veces porque ser tocado es demasiado doloroso de soportar. Se esconden en áreas cerradas y pasan más tiempo solos que con la familia.
7. Incontinencia
La incontinencia es la incapacidad de controlar los músculos de la vejiga o los intestinos, lo que resulta en la pérdida involuntaria de orina o heces. Es una enfermedad que afecta a perros mayores de todas las razas. Pets WebMD enumera las infecciones del tracto urinario, los desequilibrios hormonales, las afecciones espinales degenerativas, la diabetes y la enfermedad renal como posibles causas. El goteo constante de orina o heces crea daños y también irrita la piel. Los perros mayores que empiezan a tener accidentes frecuentes en el interior pueden sufrir de incontinencia y estar demasiado débiles para salir. No todos los casos de incontinencia están relacionados con el final de la vida de un animal, pero es importante hablar con un veterinario.
8. Problemas respiratorios
Cuando el cuerpo se apaga, la respiración se vuelve más difícil. Los problemas respiratorios al final de la vida pueden manifestarse como una tos crónica o la incapacidad del perro para respirar profundamente. Su respiración puede parecer desigual o puede haber pausas largas e incómodas entre cada exhalación e inhalación. La respiración dificultosa drena la energía de un perro y por lo general conduce a un letargo regular.
9. Pérdida de coordinación
Una disminución general de la coordinación y la disfunción cognitiva son comunes en los perros mayores. Un perro cercano a su tiempo puede parecer particularmente torpe e inestable sobre sus pies. A menudo parecen mareados y pueden caminar sobre los muebles y tener dificultad para moverse de un lugar a otro. En algunos casos, el perro puede optar por permanecer sedentario porque sabe que permanecer de pie provocará la pérdida del control de las extremidades y la desorientación.
10. Problema de pie
Si los problemas de coordinación no son lo que impide que un perro se mueva, puede ser el dolor y la debilidad muscular. Los músculos se deterioran gradualmente debido a la edad avanzada y la mala alimentación. Un perro que pudo saltar la cerca podría comenzar a tener problemas para caminar e incluso pararse. Esta incapacidad para moverse puede ser tanto frustrante como deprimente para el perro. Algunos hacen todo lo posible por levantarse, pero se derrumban a causa de su debilidad.
Ver el deterioro de la salud de su perro es la parte más dolorosa de tener una mascota. Sobre todo, no quieres que sufran. Tomar una decisión sobre el final de la vida de su perro no será fácil, pero es importante anteponer las necesidades de su perro a sus propias emociones. Piense en la situación de manera objetiva y hable con tantas personas como sea posible. Hable con amigos que hayan tomado decisiones similares y hable sobre ellas con otros adultos de la familia. Su veterinario le dará su recomendación, pero la decisión es suya. Los cuidados paliativos pueden ayudar a aliviar el sufrimiento de su perro y mantenerlo cómodo mientras considera las opciones.
(h/t: Vetstreet, Mascotas WebMD)