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Conocido por ser uno de los peces más hermosos del océano, el pez mandarín tiene una variedad de características y rasgos distintivos que lo convierten en un animal único y genuinamente curioso dentro de su especie. Sigue leyendo estas líneas y aprende más sobre este pez en particular.
Última actualización: 29 de mayo de 2022
El pez mandarín o pez dragón debe su nombre a la intensa y variada coloración de su cuerpo, que se asemeja a las túnicas utilizadas por los imperiales chinos en tiempos muy antiguos. Su nombre científico es Synchiropus espléndido y se puede encontrar entre los corales de agua salada en los océanos Índico y Pacífico.
Es un animal relativamente pequeño, alcanzando solo 8 centímetros de largo cuando está completamente desarrollado. Tiene la cabeza redondeada y el cuerpo alargado, con ojos grandes que le dan mayor visibilidad entre zonas rocosas de coral. También tiene una boca protráctil, que está armada con varias filas de dientes muy finos. Asimismo, tiene dos aletas pectorales, dos aletas pélvicas, dos aletas dorsales, una aleta anal y una aleta caudal.
Contents
Dieta mandarina
El pez mandarín es omnívoro, aunque prefiere alimentarse de otros animales vivos como alevines, crustáceos, gusanos de mar, entre otros.. Gracias a su capacidad visual consigue atrapar a sus presas entre las zonas oscuras que crean las rocas del mar.
Hábitat y reproducción del pez mandarín
Este pez habita los fondos de las cálidas aguas tropicales de los océanos Índico y Pacífico, a profundidades de 1 a 18 metros y a temperaturas entre 24 y 26 grados centígrados. Tiene preferencia por los arrecifes de coral en las regiones del Pacífico occidental de Malasia, Indonesia, Filipinas y Australia. Su reproducción se realiza varias veces al año, con camadas de 200 a 300 peces.
Los huevos fertilizados nadan en la corriente durante 20 horas, tiempo durante el cual comienzan a eclosionar larvas de alrededor de 1 milímetro. Una vez que nacen, comienzan a alimentarse de plancton, solo para irse después de dos semanas y moverse hacia el arrecife en busca de presas.
Ahora que ya conoces las principales características del pez mandarín, aquí tienes las razones por las que este animal es catalogado como uno de los más curiosos y particulares de su especie.
Curiosidades del pez mandarín
1. Colorear
Estos animales fantásticos, junto con los peces psicodélicos, son las dos únicas especies conocidas que tienen una coloración azul en su pigmento celular.. Su cabeza es un fondo azul claro mezclado con amarillo y naranja. El cuerpo es principalmente anaranjado con rayas azules intensas.
En la punta de su espalda, el naranja es más oscuro con rayas azules y verdes. Sus aletas dorsales tienen un color similar al de su cuerpo, sin embargo, sus bordes se destacan por el color azul brillante que exhiben. Finalmente, sus ojos son de color naranja y su boca es de color azul claro.
Su coloración tiene dos propósitos principales, uno es camuflarse entre los corales y pasar desapercibidos, y el otro es advertir a los depredadores de su peligro.
2. Acoplamiento
El cortejo comienza al anochecer, cuando varias hembras se acercan donde están los machos, realizando un cortejo circular. Una vez que la hembra ha elegido a su pareja, descansa sobre la aleta pélvica del macho. Posteriormente, ambos juntan sus vientres y nadan a una altura de 1 metro sobre el arrecife.
Al final, el macho libera el esperma y la hembra hace lo mismo, liberando una masa de hasta 300 óvulos. Una vez terminado el encuentro, ambos se dispersan y nadan junto a ellos.
Las hembras generalmente prefieren machos más grandes en el arrecife. Sin embargo, lo curioso de esta especie es que los machos más pequeños han desarrollado una estrategia para reproducirse y así conservar su linaje. Esto se debe a que cuando la hembra libera sus óvulos, los peces más pequeños liberan su esperma con la esperanza de fertilizar algunos de ellos.
3. Comportamiento
El pez mandarín es un animal muy tranquilo, incluso se podría decir que es tímido. Durante el día es muy difícil observarlos, ya que generalmente son animales nocturnos, ya que cuando cae la noche es cuando salen de sus escondites para aparearse o cazar.
Por otro lado, aunque no tiene problema con otras especies de peces de arrecife, Si se colocan dos peces mandarín en un acuario, lucharán a muerte ya que son muy territoriales con los suyos..
4. Defensa
Esta clase de pescado pertenece a los que no tienen escamas.. Sin embargo, para compensar esta falta de defensa, el pez mandarín produce una sustancia viscosa que recubre todo su cuerpo. Este recubrimiento tiene un olor muy desagradable y venenoso para sus depredadores. Además, esta película grasa también te protege de diversas enfermedades de la piel.
5. Vida y alimentación del acuario.
Para el bienestar de los peces mandarín en el acuario, estos deben ser lo suficientemente espaciosos con capacidades entre 150 y 200 litros. Del mismo modo, hay que asegurarse de que el agua esté como en su medio natural, es decir, a unos 24 o 26 grados centígrados.
Por otro lado, el acuario debe ser de poca luz y con lugares donde pueda esconderse. Asimismo, cabe señalar que no se deben incluir en el mismo acuario dos machos de la misma especie debido a su territorialidad.
Una de las cosas más importantes a considerar al mantener un pez mandarín en un acuario es su dieta.. En su vida salvaje, este pez se alimenta principalmente de animales vivos. En ambientes artificiales, este tipo de presas generalmente no está disponible, por lo que alimentarlas puede ser un problema.
Por esta razón, los acuarios deben tener un ecosistema maduro, donde los peces puedan encontrar fauna bentónica y gusanos para alimentarse. Así, también se recomienda la cría de artemias, pequeños crustáceos que deben introducirse vivos para ser devorados por los peces.
Por otra parte, según un estudio publicado en la revista Revista Internacional de Ciencias Molecularesel pez mandarín puede ser entrenado para aprender y adaptarse a comer presas muertas y alimentos en escamas. Sin embargo, algunos pueden rechazar este tipo de alimentación, negarse a comer y morir.
En el acuario, este pez puede alcanzar los 6 años de vida, frente a los 15 años que puede vivir en su medio natural.