Henry, el Golden Retriever, caminaba solo con evidente angustia. La policía lo descubrió y quedó atónita: Henry no solo no tenía hogar y necesitaba atención inmediata, sino que también tenía un tumor que casi había duplicado su peso. Para que un tumor aumentara 46 libras, indicaba que Henry había sido descuidado durante mucho tiempo. Los policías no podían entender por lo que había pasado.
Fuente de la imagen/historia: Vídeo de YouTube: edición de interiores
El tumor era tan grande que ni siquiera podía usar el baño correctamente. Su condición era dolorosa. Los policías sabían que tenían que actuar rápido y tenían que hacerlo ahora. Varios veterinarios se negaron a operar a Henry porque consideraban que el riesgo era demasiado grande. Luego, finalmente, encontraron un veterinario que estaba dispuesto a arriesgarse con el perro que lo merecía.
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Aunque la operación fue costosa, las donaciones caritativas la cubrieron. Ya no había excusa para que el dueño de un perro permitiera que un tumor creciera tanto. Aunque el tratamiento médico resulta prohibitivamente costoso, existen programas para ayudar a las personas con dificultades financieras u otros problemas, como la falta de vivienda o la violencia doméstica. Los dueños de Henry eran simplemente crueles.
La policía determinó que Sherri Haughton de Newport Beach era la propietaria original de Henry después de una mayor investigación. Sin embargo, ella afirmó que lo cuidó como un perro callejero y que él ya tenía el tumor masivo. Los oficiales han visto a lo largo de su historia, acusándolo de crueldad animal y negligencia, así como de obstrucción de la justicia por proporcionar información falsa al centro médico.
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Nada menos que un milagro sucedió cuando Henry cambió su forma de ser. Mucha gente quería entregarlo, pero los oficiales que sabían que era un verdadero guerrero canino no se lo permitieron.