Cuando un gato se queda atascado en la copa de un árbol, el primer instinto de todos es llamar al departamento de bomberos. Pero, ¿a quién llamas cuando tu perro de 250 libras está atrapado en tu sótano?
No podemos decir que lo mismo sea cierto para todos, pero cuando vienes del pequeño pueblo de Mingo Junction, Ohio, los bomberos no eligen qué animal salvar. Entonces, cuando Puff the St. Bernard tuvo una convulsión y se cayó por las escaleras del sótano, estos héroes locales se apresuraron a echar una mano.
La madre de Puff, Bobbie Jo, estaba doblando la ropa cuando le dio la espalda por un momento. Lo siguiente que supo fue que el gentil gigante tuvo un ataque justo afuera de la puerta abierta del sótano y cayó por las escaleras. Con 250 libras, el impulso de su agarre y caída impulsó a Puff por los empinados escalones del sótano.
Convencido de que la combinación del colapso y la caída habían acabado con su vida, Bobbie Jo comenzó a pedir ayuda a gritos a su nieto.
Por suerte, Puff aún estaba vivo, aunque no estaba en su mejor momento. El dulce cachorro continuó teniendo convulsiones durante toda la noche. Entonces, cuando finalmente se sintió mejor, estaba demasiado aterrorizado para cruzar las escaleras del sótano.
Pero Puff era demasiado pesado y de voluntad fuerte para que Bobbie Jo lo salvara sola. Así que se puso en contacto con el Departamento de Bomberos de Mingo Junction para pedir ayuda.
Los bomberos locales no solo estaban dispuestos a venir, sino que respondieron rápidamente e implementaron de inmediato su plan de rescate. A los 15 minutos de su llamada, llegaron y comenzaron a trabajar para rescatar al mejor amigo de Bobbie Jo, Puff.
“Cuando alguien llama al 911, por lo general es su peor día. Jugamos su peor día. Es nuestro trabajo hacia ellos. Los ayudamos, hacemos lo que hay que hacer. Cualquier cosita que sea una emergencia para ellos, puede que no lo sea para nosotros, pero estamos aquí para los ciudadanos”. comentó el jefe de bomberos de Mingo Junction, Brandon Montgomery.
Juntos envolvieron a Puff en una lona y pudieron llevarlo a un lugar seguro. Bobbi Jo se sintió increíblemente aliviada porque no sabía cómo sacaría a su mejor amigo peludo del sótano sin ayuda. No pudo evitar decir que hicieron todo lo posible por ella.
Ahora que Puff ha sido rescatado, la siguiente orden del día es que un veterinario lo revise.
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