Stacy y Marie encontraron un pitbull con un frasco clavado en la cabeza. Querían ayudarlo desesperadamente, pero la olla no se movía. Una de las damas llamó a su esposo y le pidió que viniera rápidamente con velos. Cuando el Pit Bull fue liberado, finalmente se relajó.

El pobre cachorro, ahora acertadamente llamado Jughead, no había comido ni bebido agua en al menos una semana. ¡Era hora de devolverle la buena salud a este niño! María lo llevó a casa. Era todo un caballero cuando Marie estaba cerca, pero tan pronto como ella se iba al trabajo, Jughead era destructivo. Marie llamó a Stacy y le pidió que la llevara.

Jughead encaja perfectamente con la manada de Stacy. La ansiedad del dulce perro mejoró rápidamente. Stacy supo en este punto que Jughead estaba oficialmente en casa. El perro tonto todavía no ha aprendido la lección y se le ha vuelto a atascar la cabeza. Esta vez en una caja de dulces. Afortunadamente no estaba solo y Stacy lo atendió de inmediato.

El trauma de Pit Bull no se ha curado por completo. Cuando llega la hora de comer y Stacy va a dejar su plato, él siempre se lo agradece con los besos más dulces. El perro disfruta mucho cada comida. ¡Este podría ser tu rescate favorito hasta la fecha! Echa un vistazo a la historia completa de Jughead a continuación.
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