Perro feliz: ¿sabes si tu perro es totalmente feliz?

Desde que a Uma le diagnosticaron un soplo cardíaco e hipertensión pulmonar, he estado obsesionado con que sea un perro feliz.

Sé que toda su vida he hecho lo imposible para que sea un perro feliz y estoy seguro de que lo he conseguido.

Sin embargo, hay adoptantes que no saben si realmente hacen feliz a su perro.

Y es que, normalmente, las personas que adoptan un perro como compañero lo consideran una parte importante de la familia.

Por eso se preocupan mucho por tu comodidad, salud y felicidad.

Tener un perro feliz es el objetivo de todo adoptante, pero también es importante no caer en excesos o humanizaciones que le perjudiquen.

Muchos adoptantes cometen el error de tratar a sus perros como si fueran niños, de humanizarlos, de creer que los harán felices, y consiguen todo lo contrario.

Para que un perro sea feliz, debemos encontrar un equilibrio entre nuestra vida y la suya y cubrir absolutamente todas sus necesidades vitales.

¡No piden más!

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Consejos para tener un perro feliz

Conseguir un perro totalmente feliz es tan sencillo como tapar su necesidades caninas.

¿Cómo podemos satisfacer estas necesidades caninas? Conoce cuáles son esas necesidades.

A continuación, te mencionaremos algunos consejos muy prácticos y útiles que te ayudarán a comprender y lograr ese equilibrio saludable que hará feliz a tu mascota y, por extensión, a ti mismo.

Cubre tus necesidades básicas

Entre estas necesidades vitales se encuentran la alimentación, el sueño y el descanso, la atención veterinaria, la higiene, etc.

Buena Alimentacion

La alimentación es una responsabilidad y una necesidad para todos los seres vivos.

En otras palabras, los perros y los humanos necesitan una nutrición constante.

Esto no solo significa que se le debe proporcionar comida con regularidad, sino también que sea de alta calidad y satisfaga sus necesidades nutricionales.

Aunque el perro pueda estar muy dispuesto y satisfecho de recibir restos de comida, no es saludable que los coma, ya que no es bueno para su salud.

Normalmente, las sobras contienen grasas u otros componentes que afectan tu sistema circulatorio.

Una de las formas más fáciles y seguras de alimentar a un perro con comida de calidad es confiar en alimentos cocinados a temperaturas muy bajas.

Es el que le he estado dando a Uma durante años y no podríamos estar más felices.

Eso se nota en su pelo suave y brillante, que apenas cae, en su energía y vitalidad y, sobre todo, en que le gusta mucho comérselo.

Tenga en cuenta que, debido a su evolución, los perros tienden a comer cualquier alimento que se les presente, sin embargo, eso no significa necesariamente que sea saludable para ellos.

No solo porque corre riesgo de obesidad, sino que podría emborracharse e incluso morir por un trozo de hueso que le desgarra los órganos internos.

Por ello, es responsabilidad de los adoptantes vigilar de cerca su alimentación y proporcionarles una ración de alimento equilibrado suficiente para saciar su apetito.

Esto evitará que empiecen a buscar comida donde no deben, como en los basureros.

El control de la dieta debe regirse por un programa diseñado teniendo en cuenta la raza, el tamaño, la edad y la cantidad de ejercicio realizado.

Hidratación

Por otro lado, aunque no es un alimento sólido, el agua es fundamental para la vida del perro.

Todos los días, el agua fresca y limpia nutre el cuerpo y mantiene el equilibrio de las funciones químicas esenciales para el mantenimiento de la vida y los órganos.

El agua actúa como lubricante para su buen funcionamiento.

Es importante hidratar bien al perro dejando siempre a su disposición un recipiente con agua fresca.

El adoptante debe asegurarse siempre de que no le falte para que pueda beber agua cuando quiera o sienta la necesidad.

Cuida tu higiene general

Uno de los cuidados básicos que influyen en el estado de ánimo de un perro es mantener su higiene.

Aunque a los perros les gusta correr y, a menudo, jugar en la hierba o en los charcos de barro, les gusta sentirse y mantenerse limpios.

perros felices

Y no solo porque les gusta estar limpios, es que hay que cuidarlos mucho en ese sentido.

Al hacer esto con frecuencia, se podrá evitar que en su pelaje se instalen diversos parásitos que pueden transmitirle enfermedades a él y a las personas que lo rodean.

Por ello, es importante cepillar el pelaje con regularidad, lo que evitará la formación de nudos entre los pelos.

En estos nudos también se pueden acumular suciedad, garrapatas y otros insectos, además de que el perro lucirá después muy brilloso.

Del mismo modo, también debe cuidar y mantener limpios los oídos, ya que la acumulación excesiva de cerumen puede convertirse en un problema importante, especialmente los malos olores.

Con la limpieza de oídos se podrá evitar la aparición de ácaros e infecciones.

También hay que cortarle las uñas, ya que se sentirá más cómodo al caminar y no le harán daño en las patas.

Asimismo, se recomienda una buena higiene bucal y se consigue mediante el cepillado de los dientes.

Aunque a simple vista no lo parezca, el momento de acicalar al perro es una oportunidad para compartir íntimamente con él.

Estos momentos pueden ser muy agradables para el perro, lo verá como un momento privilegiado con su adoptante o incluso como un juego.

Sin duda, durante la higiene se fortalece el vínculo entre adoptante y perro.

Una de las claves de un perro feliz es el descanso adecuado, tanto en tiempo como en calidad.

Es por ello que debes proporcionar al perro un espacio propio en el que no moleste a nadie ni sea molestado cuando decida descansar o sea la hora de dormir.

Este espacio debe estar preparado con su cama, los juguetes con los que se sienta más cómodo y que sean de su preferencia y frazadas para combatir el frío en caso de que lo amerite.

Lo ideal es que tenga una temperatura cálida y preferiblemente constante durante todo el año.

Informes veterinarios actualizados

Tener las vacunas al día, un calendario antiparasitario externo e interno y los controles de salud son garantía de felicidad.

Y es que la salud es lo primero: si tu perro no siente dolor ni molestias, será feliz.

Amor

Sí mi amor. El perro necesita sentir que es parte de su familia y que recibe amor a diario.

¿Cómo? Mediante caricias, masajes, hablándole en un tono suave y cariñoso.

Después de las necesidades vitales, la necesidad de amor es lo más importante para un perro.

perro feliz

Necesita sentirse seguro, protegido y amado dentro de lo que considera su manada, es decir su familia.

entrenar a un perro Es el mayor acto de amor que podemos hacer con nuestro perro, respetando eso sí, su psicología canina.

Ejercicio diario y socialización.

El tercer aspecto más importante es el ejercicio físico y la socialización.

Esto es algo en lo que muchos adoptantes fallan.

Todos los días debemos asegurarnos de que nuestro perro haga suficiente ejercicio diario y permitirle socializar y jugar con otros perros.

Con el ejercicio favoreceremos el desarrollo y fortalecimiento de tu sistema muscular y estimularemos el buen funcionamiento de los órganos y la circulación sanguínea.

Entre las actividades físicas básicas que se le deben proporcionar al perro están los paseos, que pueden ser caminar, trotar o llevarlo a parques especialmente dedicados para perros, para que pueda explorar, olfatear e interactuar libremente con otros perros.

De esta forma, le darás la oportunidad de conocerse y entablar nuevas amistades, lo que hará de él un perro feliz, se sentirá aceptado e incluido.

Cuando camines fuera de casa, es importante llevar siempre la correa y ponerte el collar que te identifique a ti y tus datos de contacto.

Aprovecha los fines de semana para hacer excursiones o caminatas con tu perro. Aquí es donde más disfrutarás.

Explorar nuevos lugares, nuevos olores, nuevos animales… Todo es nuevo y nada te hace más feliz.

Los juegos tampoco deben faltar. Al igual que los humanos, especialmente los niños, a los perros les encanta jugar, especialmente cuando son cachorros.

Por eso, debes darles ese tiempo de juego en el que puedan desarrollar sus habilidades y aprender mucho.

Es a través del juego que los perros canalizan sus energías de forma positiva y evitan la acumulación de grasa, que hace que el perro sufra obesidad.

Es por ello que el juego representa un factor doblemente positivo para la salud y felicidad de tu animal.

Con el juego se establecen vínculos más estrechos entre el perro y su adoptante. Aprendes a confiar en ti mismo y fomentas el desarrollo de una comunicación única.

Esta actividad lúdica llevará al perro a aprender a gestionar su energía, a centrarse en lo que está haciendo en ese momento y a centrar toda su atención en ello.

De esta forma se evitarán comportamientos inesperados como reacciones agresivas contra otros perros o personas e incluso malos tratos o la destrucción de muebles y objetos de la casa. También, para evitar la presencia de ansiedad.

educación y aprendizaje

En la siguiente etapa de la felicidad encontramos la educación y el aprendizaje.

Una correcta educación o adiestramiento del perro desde temprana edad guiará su comportamiento y carácter.

Aunque cada uno tiene un carácter único en particular, eso no quiere decir que no puedas aprender a llevarlo de la mejor manera.

Desde una edad temprana, se debe concienciar al perro de ciertas reglas de convivencia que debe seguir y ciertas instrucciones que debe respetar en el hogar.

perro feliz

Como, por ejemplo, los lugares en los que tiene derecho a estar, pero también a los que no tiene acceso.

Del mismo modo, saber qué objetos se pueden manipular y cuáles no, cómo actuar ante la presencia de extraños en casa que vienen de visita y cómo comportarse durante un paseo.

Todo esto ayudará a que sea un perro feliz.

La educación siempre debe ser positiva, es decir, recompensar y elogiar el buen comportamiento.

Siempre hay que excluir los gritos y menos la violencia física directa.

Para todo ello es necesario tener paciencia y perseverancia, pues no es un trabajo cuyos resultados se obtienen de la noche a la mañana, sino que con el tiempo se irán viendo los resultados esperados.

No dudes que tu perro, lo que más quiere en el mundo es hacerte feliz, y nunca enfadarse.

exploración y desafíos

En la última etapa de la felicidad encontramos la exploración y los desafíos mentales.

Que sea el último no significa que deje de ser menos importante.

A los perros les encanta explorar, investigar, descubrir…

Por eso es tan importante variar las rutas de nuestros paseos, para que cada día sea diferente y, repito, aprovechar los fines de semana y festivos para hacer nuevas rutas.

En cuanto a la casa, los desafíos mentales con esteras de olor, juguetes interactivosetc., con importantes para sus necesidades cognitivas.

un perro completamente feliz

Como ves, hacer feliz a un perro no es tan complicado.

Tan sencillo como cubrir todas tus necesidades caninas.

¿Cómo usas esto? ¿Crees que cubrirás todas estas necesidades?

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